
¿Cuántas veces hemos escuchado la expresión de “voy a catar este vino” o “esta noche voy a una cata que hemos organizado”? Seguro que varias veces. En este artículo, os queremos explicar de forma muy resumida en qué consisten los análisis de cata y que objetivo persiguen.
Para ello, lo primero que debemos de realizar es una explicación del concepto. El análisis de cata de un vino es, en otras palabras, su análisis organoléptico o sensorial, donde examinamos el producto empleando nuestros órganos de los sentidos. Lo que lograremos con ello es traducir con palabras las diferentes percepciones vividas sobre sus características y sobre cómo se expresa nuestro vino acorde a nuestras sensaciones.
La percepción de un vino puede ser, y debe ser personal
Las sensaciones siempre son personales. No existe una regla universal en la que todas las personas tengamos que experimentar las mismas sensaciones y percepciones cuando hemos catado un vino. Esto se debe principalmente a que la llamada memoria sensorial actúa de forma muy específica en cada persona.
El proceso es muy simple: nos basamos en estímulos generados por nuestros órganos de los sentidos y posteriormente, que son trasladadas a nuestro cerebro, y es ahí donde se convierte en sensaciones. Dichas sensaciones se traducen en un lenguaje de comunicación que todos podamos entender y es a lo que llamamos percepciones.
Los análisis de catas es una información útil para valorar un vino
Las catas se han convertido en una opción interesante de entretenimiento para públicos de todas las edades, si bien, donde tiene más éxito es en los adultos.
En De-Scorche, todos nuestros productos con independencia de su bodega y denominación de origen, incluyen un análisis de cata (si previamente se ha realizado) para que el consumidor potencial pueda conocer aquellas percepciones que se pueden conseguir con ese vino que está barajando en el proceso de compra.
¿Alguna vez has acudido a alguna cata? ¿Has transmitido la sensación personal que te genera un vino?